El último número de la revista The New Yorker nos muestra en su portada a cuatro rostros semiocultos pertenecientes a cuatro mujeres. Tal vez esa invisibilidad de la cual son objeto tras las máscaras del quirófano sea también una metáfora de la invisibilidad que sufren como cirujanas.
Probablemente eso es lo que buscaba representar la artista Malike Favre, creadora de dicha portada. Lo que no se imaginaba ni por asomo era la repercusión que dicha imagen tendría a nivel mundial. Todo comenzó cuando la cirujana Susan Pitt tuiteó una imitación de dicha portada realizada con tres compañeras de profesión.
A partir de ahí cientos de fotos similares con cirujanas de carne y hueso comenzaron a compartirse bajo el hashtag #IlooklikeaSurgeon, que quiere decir algo así como «me parezco a una cirujana». Así fue como por unos días las redes se volvieron locas para mostrar al mundo que las mujeres también están ahí, en un mundo considerado como masculino, haciendo un gran trabajo a pesar de ser ignoradas o no tenidas tan en cuenta por ello en numerosas ocasiones.
Os mostraremos algunas de las fotos tuiteadas:
2 Comentarios
Blanca
Yo tendría un libro para escribir sobre invisibilidad. Y lo que lucha una ingeniera por estar a la altura de sus colegas masculinos. Es siempre estar por encima para que te reconozcan lo mismo. Una lucha desde la Universidad hasta cada uno de los trabajos por los que he pasado. Y seguir luchando cada día para que entiendan que una mujer sabe hacerlo tanto o mejor que un hombre. Ahora en un puesto de responsable con hombres a mi cargo es más duro aún. Que reconozcan cuando tengo razón, cuando doy una orden, un trabajo bien hecho. .. pero lo mejor es que me gusta esta lucha y no me rindo. A por todas. .pasito a pasito.
Alba Alonso
Bravo Blanca! Pues si algún día te animas a participar con tus ideas en el blog tienes tu espacio! Un abrazo!