El segundo fin de semana del mes de mayo el Palau de Congresos de Barcelona acogió la cuarta edición del encuentro «Gestionando Hijos» delante de un público formado por unas 1.500 personas. Nuestra intervención tuvo lugar después del descanso, y con una duración de unos 12 minutos se tituló:
Después de un pequeño monólogo en el cual poder darse cuenta de lo absurdo que es el mundo azul/rosa, de cómo no solo no nos lleva a ninguna parte sino lo mucho que condiciona a nuestros hijos e hijas, Alba Alonso inició una profunda reflexión acerca de las etiquetas que llevan la mochila de nuestros hijos. Una mochila que no es real físicamente, pero cuyo peso metafórico no deja de agobiar a tantos y tantos niños y niñas.
Las etiquetas siempre oprimen, no dejan libertad ni de movimiento ni de pensamiento. Nos referimos a esas etiquetas de género que se asignan a las personas, en este caso a niños y niñas, según su pertenencia a uno u otro sexo. Etiquetas que nos dicen lo dulces, pasivas, expectantes, bellas, calladas, reflexivas que han de ser nuestras niñas. Y lo valientes, líderes, fríos, insensibles, distantes, movidos e impulsivos que han de ser nuestros niños.
Alba Alonso nos invita a vaciar esa mochila de absurdas limitaciones y llenarla con ellos de respeto, de tolerancia y sobre todo de amor. Porque, como ella nos indica en su ponencia:
«Cuando a una persona, pero más especialmente a un niño o una niña, le permites ser su propio yo, lo que realmente le estás diciendo es que lo amas con locura».
De cada uno de nosotros depende que niños y niñas sean más libres, y consecuentemente más felices.
