Con cuatro años tenía más muñecas que todas mis vecinas juntas. Las tenía grandes, pequeñas, rosas, fucsias, malvas, rubias, morenas… Las tenía todas, pero no les hacía demasiado caso. Sin embargo, sí me llamaba la atención aquel juego de experimentos de mi hermano mayor. Pero claro, aquello era mundo de niños…

235H

Cuando mi hermano no estaba en casa, y tú no te dabas cuenta, me metía debajo de la cama para abrir aquella caja tal cual un tesoro de valor incalculable. Contenía un pequeño microscopio, unas pinzas, y un montón de piezas donde poder observar todo tipo de microorganismos. Mi hermano tenía además una bata blanca en la cual la abuela había bordado su nombre. Yo me ponía aquella bata y me sentía especial, diferente, me sentía feliz.

Siempre soñé con tener una bata como aquella algún día, pero año tras año, cumpleaños tras cumpleaños solo recibía muñecas rosas y cocinitas con corazones. No es que no me gustasen, pero lo que a mi realmente me apasionaba eran las ciencias.

o-SCIENCE-GIRL-facebookMi sueño era ser científica. Foto via Huffington Post

Acabé primaria donde mi gusto por la investigación científica no cesó, aunque sabía que en secundaria sería el bicho raro si escogía ciencias siendo chica. A pesar de todo y, aunque ello me separó de mi grupo de amigas, fui a por ello, a por mi sueño.

«Haz una carrera más fácil, una de chicas» me decías

En el bachillerato conseguí sacar unas notas excelentes pero nunca me animaste a estudiar la carrera que yo quería, la inversión en la ingeniería de mi hermano ya había sido demasiado grande. Yo podría quedarme a vivir en casa, y estudiar algo más fácil, «más de chicas» me decías.

Escogí humanidades y conseguí un expediente excelente. Cursé un máster, me doctoré e incluso trabajé una época como profesora de lengua en la universidad. Pero en el fondo, estaba segura de que habría sido una gran científica, y tú no me dejaste serlo. Y no me lo permitiste, únicamente porque yo era una chica.

Ojalá me hubieses regalado aquel juguete que tanto anhelaba, porque todo lo demás habría sido mucho más fácil.

little-girl-crying3

No limites el juego de tu niña, no limites su mundo, no dejes que las marcas ni la sociedad decidan sus juguetes por ti. Acompáñanos en la iniciativa #soyquiendecide (goo.gl/fbp5OT)para que ninguna otra niña se quede sin su juguete preferido y su futuro sueño, únicamente por haber nacido niña.

 

Comenta

Publicaciones relacionadas