El viernes pasado tuvo lugar el estreno en España de la película «La bella y la Bestia», un remake de la película de Disney de 1991 tan aclamada en aquel entonces por la crítica. Lamentablemente, esta nueva versión no ha sido igualmente aplaudida pero la gran masa crítica del cine y el público no siempre están de acuerdo, eso ya todos lo sabemos.
Hoy no vamos a hablar del éxito o no éxito de esta nueva entrega de «La Bella y la Bestia» sino de por qué se habla de feminismo en una película donde podemos encontrar princesas, castillos, monstruos y demás elementos de la típica saga estereotipada de Disney. La principal culpable de esta relación es nada menos que su principal protagonista: Bella, Belle, o quien le da vida en este caso, la gran Emma Watson.
En Realkiddys somos unas enamoradas de Emma Watson desde su primer discurso en la ONU como embajadora de buena voluntad y la cara principal de la campaña #HeForShe. Cuando nos enteramos de que volvía al cine después de un descanso como embajadora de la ONU nos moríamos de ganas por saber qué interpretaría. Desde luego, nunca pensamos que sería una película de Disney, pero Emma ha vuelto a ganar nuestros corazones.
Suponemos que las mismas dudas que nos embargaron a los seguidores de esta nueva Emma Watson le pasaron a ella también por la cabeza. Por eso buscó a la mejor madrina posible, Gloria Steinem, para que le diese su «bendición» o más bien supervisión de que el papel y la obra que representaría no iría en contra de sus ideales feministas.
Gloria Steinem, incansable activista del feminismo dio su visto bueno a la versión de La Bella Y la Bestia
en la que participaba Emma Watson.
Esto no quiere decir que no lo tuviese claro, pero en una sociedad como la nuestra hay muchas cosas que hemos naturalizado tanto que no las vemos hasta que alguien nos las señala. Y un icono de la lucha feminista como la señora Steinem era la mejor baza para cubrirse las espaldas y trabajar con la confianza de estar haciéndolo bien.
Por si esto fuera poco la propia Emma Watson insistió para que determinados detalles en la película le dieran un aire algo más feminista a la propia Bella. Estos son algunos de ellos:
- Cambió sus corsets por vestidos con bolsillos, mucho más prácticos.
- Se convirtió en una inventora, tal como lo fue su padre.
- Es una enamorada de la lectura.
- Sus anteriores bailarinas son ahora unas buenas botas con las que montar a caballo y arreglar el jardín.
Pero lo más importante de todo es que toma sus propias decisiones basándose en lo que considera adecuado. Claro que es una princesa, pero tal como afirmaba Watson a Vanity Fair ella está a cargo de su propio destino. Porque ser feminista se basa en poder tomar tus propias decisiones sin estar influenciado o obligado a actuar de una determinada manera porque así lo indica la sociedad.
Una mujer no deja de ser feminista por decir ser madre a tiempo completo y quedarse en casa
Esto nos lleva al último aluvión de críticas que le llovieron a la propia Watson por enseñar parte de sus pechos en la portada de Vanity Fair. Nadie la obligó a hacerlo, fue su propia decisión y desde Realkiddys no vemos nada de malo en ello. No es cuestión de más ni menos ropa, sino de si alguien te obliga a ponerte o sacarte la ropa (hablamos metafóricamente por supuesto) por algún motivo relacionado con tu sexo o género.
La fotografía de Emma Watson en la portada de Vanity Fair que generó la polémica
Una mujer no deja de ser feminista por decir ser madre a tiempo completo y quedarse en casa. El problema es cuando tiene un marido o pareja que le obliga a tomar esa decisión únicamente por ser mujer. Y como feministas que somos respetar las decisiones de las otras mujeres, cuando son las suyas propias, es parte de nuestros principios.
Así que olé Watson. Belle ya era feminista en su primera entrega pues arriesga su propia vida y entrega su libertad por salvar a su padre, pero el halo feminista de Emma Watson ha conseguido proporcionarle un toque más actual y sobre todo una mayor extensión del necesario mensaje acerca de la igualdad de género.
