La semana pasada nos contactó Celia Blanco, responsable del blog «Mordiscos y Tacones» de El País Digital, para entrevistarnos acerca de la educación sexual. Hablamos sobre la necesidad de incluir la educación sexual en las aulas desde los primeros años y su total ausencia en los planes educativos actuales.

Tenemos que puntualizar que educación sexual no se basa únicamente en hablar sobre orientaciones sexuales o el propio acto sexual como mucha gente opina. La educación sexual trabaja temáticas fundamentales relacionadas con un mundo que sigue siendo tan tabú e incomprendido como es el del género. Y para esta educación no se puede esperar a la pre-adolescencia.

Los medios de comunicación no siempre son los más adecuados para educar a nuestros hijos porque lamentablemente en muchos casos no están demasiado acertados, como cuando nos referimos a la transmisión de estereotipos de género. Pero sí están ahí y sí están siendo consumidos por nuestras hijas e hijos. Os invito a leer el estudio llevado a cabo por la empresa «CommonSense Media» donde podréis observar todo lo que están aprendiendo vuestros hijos a través de la pantalla de la televisión y demás.

Por eso el papel de la familia y la escuela es fundamental a la hora de transmitir determinados conceptos y de conseguir que nuestros hijos y alumnado se conviertan en personas tolerantes sea cual sea su identidad, su expresión de género o su orientación sexual.

Celia Blanco también incluye en este artículo la interesante opinión de la pediatra Lucía Galán a la cual seguimos también desde Realkiddys en su blog «Lucía, mi pediatra». Para acceder a la lectura del artículo original, haz click en la imagen que sigue.

Realkiddys hablando sobre educación sexual

 

Gracias a esta mini entrevista nos vimos inspiradas para escribir uno de los últimos posts de nuestro blog relacionados con la plumofobia y la campaña #StopPlumofobia. De hecho, decidimos recoger el testigo de dicha iniciativa y acuñar un nuevo hashtag relacionado con la infancia: #StopPlumofobiaInfantil. Porque no es cuestión de tener pluma o no pluma sino de ser tú misma.

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