Ellos se mueren antes y con mayor frecuencia. Ellas pierden muchos privilegios. Los estereotipos son negativos para todo el mundo.

El último estudio relacionado con el mundo de los estereotipos de género puede resultar sorprendente para muchas personas, pero es algo así como una crónica de muerte anunciada. El problema en realidad no es lo que sabemos sino qué hacemos para evitarlo.

Robert W. Blum, Kristin Mmari, y Caroline Moreau son los autores de este estudio en el Journal of Adolescent Health que nos cuenta que a la edad de 10 años muchos de las creencias de la vida respecto a uno u otro sexo se encuentran profundamente enraizadas. Esta investigación en concreto se basa en el periodo de la pre-adolescencia, una etapa algo olvidada, pero donde la mayoría de los hábitos saludables son creados.

Dicho estudio se llevó a cabo en 15 países diferentes: Ecuador, Bolivia, Bélgica, Escocia, Estados Unidos, Sudáfrica, Malawi, Kenya, DR Congo, Burkina Faso, Nigeria, Egipto, Vietnam, China, e India. He de decir que los datos arrojados son interesantes aunque algo desoladores. Por una parte, se nos indica que los estereotipos de género son bastante universales, más allá de lo que podamos pensar. Por otro lado, las conclusiones a las cuales se llegaron a través de las entrevistas a padres, madres, hijas e hijos sobre qué era para ellos ser niña o niño no os dejarán indiferentes.

5 datos sobre las consecuencias de los estereotipos de género

1.  El mito hegemónico.

Este mito hace alusión a la idea de que las niñas son vulnerables mientras que los chicos son fuertes e independientes. Incluso en los casos donde los padres reconocían la vulnerabilidad como un derecho de sus hijos seguían protegiendo más a sus hijas.

2. La pubertad para las chicas como la representación de la sexualidad y el sexo.

Mientras que la pubertad en los chicos se entiende como un paso a la madurez, y a convertirse en «un hombre». Para las chicas comienza una época de ocultarse, de no mostrar, de no insinuar, de esconder su cuerpo y de entender su sexualidad como algo sucio pero que hay que preservar a toda costa.

sexualidad de la mujer entendida como algo perverso

3. Menor movilidad en las chicas.

Para ellas también supone un tener cuidado de andar por determinados sitios, o hacerlo a determinadas horas. Para ellos esta restricción de movimiento no tiene lugar.

4. Los chicos son un problema: el mensaje que les llega a las chicas es que se alejen de ellos.

Hasta ahora no había habido ningún problema en participar juntos en actividades o aficiones. Pero la nueva etapa marca un antes y un después en el concepto hacia los chicos. Ahora se presentan como un peligro para ellas.

5. Si alguien se sale de la cajita azul o rosa es severamente reprendido.

Tanto chicos como chicas son conscientes de lo que se considera adecuado según su sexo en cuanto a expresión de género, sexualidad, identidad de género o biología. Todo lo que no se entienda como «normal» o «común» está en grave riesgo de padecer bullying.

Consecuencias de los estereotipos de género en nuestras niñas

Son muchas y muy malas pero las más graves son las aquí enumeradas:

  1. Matrimono infantil
  2. Abandono temprano de la educación
  3. Gran riesgo de infección de sida transmitida sexualmente
  4. Exposición a la violencia
  5. Depresión

los estereotipos de género acaban generando violencia

Consecuencias de los estereotipos de género en nuestras niños

Los estereotipos de género también causan estragos en el mundo de nuestros varones. Fijaos si no:

  1. Víctimas de violencia física mucho más frecuentemente que las chicas.
  2. Muerte por heridas no intencionadas
  3. Riesgo de suicidio
  4. Riesgo de consumir sustancias
  5. Esperanza de vida mucho menor que las chicas.

violencia infantil y juvenil, niños que mueren por los estereotipos

¿De verdad todavía crees que esto de los estereotipos de género es algo exagerado, que no es para tanto, que da igual? Aquí tienes las graves consecuencias y esto no solo ocurre en el Congo, sino en tu propio país, en tu propia ciudad y quizás sin tú ser consciente, también en tu propia familia.

No dejes que esta información pase por ti, compártela para que sean muchas las personas que acaben siendo conscientes de que se está haciendo mal, pero de que sí podemos mejorarlo. Sí podemos cambiar el mundo.

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