Antes de nada y para tenerlo bien claro: “¿qué significa eso de lenguaje inclusivo? No recuerdo que nos lo enseñasen en la escuela” (aunque también es verdad que no recuerdo la mayoría de las cosas que me enseñaron, porque realmente lo que hice fue chaparlas para un examen y no asimilarlas, pero esto ya lo trataré en otro post),¿quizás porque nadie se lo había planteado? ¿tal vez de haberlo hecho lo habrían quemado en la hoguera, metafóricamente hablando?
Pues bien, siempre me pareció un poco rollo eso de tener que vigilar mi lenguaje, y de incluir por todos lados los cansinos: os/as, o la arroba, o el asterisco, o una x para que nadie se sintiese excluido. Como se suele decir cuando alguien está inmerso en la ignorancia, y no tiene argumentos para contrarrestar un determinado comportamiento: “en mi época eso no se hacía, y no me ha pasado nada, ¿verdad?” Pobres infelices…
Hace ahora unos meses escasos que comencé esta andadura por el mundo del blogger, en la cual mi pasión se centra en conseguir que tanto niños como niñas, tengan abiertas todas las puertas, y que nada, ni nadie, les venga a cerrar ninguna por su sexo. Y fue a través de la lectura y la investigación, que empecé a comprender qué era eso del lenguaje inclusivo, y cuan importante era su uso.
Dicen que "viajar amplia tu mente"… Yo creo que leer también, porque no deja de ser un viaje.
Para aquellas personas que todavía no lo consideran como necesario, vamos a hacer un pequeño juego. Te invito a cerrar los ojos mientras alguien te lee los tres siguientes supuestos:
- Por fin ha llegado el día del juicio. Nada más entrar te encuentras cara a cara con los jueces.
- Estás en un avión. Como es tu cumpleaños te invitan a entrar en cabina y saludas al piloto.
- Entras en un hotel, y ya en la recepción observas que está lleno de doctores que vienen a un congreso.
Casi seguro que en los tres casos la imagen que se ha formando en tu cabeza de los diferentes personajes, ha sido la de uno o más hombres, y ninguna mujer. Habrás comprobado pues, cómo el lenguaje que no es inclusivo tiende a llevarnos a ignorar al otro sexo, y aunque se haga de manera inconsciente y sin ningún tipo de trasfondo, es cierto que a la larga sí tiene sus consecuencias.
Trata de incluir a todos y todas cuando comuniques.Fotografía de Robert S. Donovan (CC BY-NC 2.0)
En los diferentes posts que escribo, al igual que en los artículos de mi investigación doctoral y colaboraciones con otras webs, trato siempre de concienciarme hacia un buen uso de este tipo de lenguaje y aún así, a veces acabo metiendo la pata. Estoy de acuerdo con el hecho de que ser demasiado riguroso en este aspecto puede generar un discurso algo pesado, y que una frase como la siguiente es aconsejable evitarla: “Queridos/as niñ@s decirle a vuestros/vuestras madres y padres que los/las maestros y maestras de esta escuela…”
Pero de ahí, a ignorar que un lenguaje excluyente no nos afecta de ningún modo, queda un buen trecho. Pena me da, que desde la RAE opinen lo contrario, pero es fácilmente comprensible que una organización que lleva en funcionamiento desde el año 1713 y solo ha tenido 7 mujeres en sus filas, no perciba dicha exclusión, porque prácticamente no le afecta.
Pero de toda esta historia, me interesa sobre todo que recordéis la siguiente anécdota personal, ya que es la que más me ha empujado a tener cuidado con mis palabras, y que parte de una lección que me ha dado mi hijo de tres años.
“Venga, cariño, vístete que nos vamos a ver a los primos”
“Y las primas no vienen ¿mami?”
Y al escuchar algo así me quedo con este careto.
Yo ya había incluido a las primas en la primera frase, pero a mi hijo esas palabras solamente le habían evocado una imagen masculina, de ahí sus dudas. Este es el tipo de mensajes excluyentes que transmitimos de un modo inconsciente, pero que nuestra infancia recibe muy conscientemente. Por supuesto en este caso no tiene mayores consecuencias, más que una mala interpretación, pero no siempre es así.
“Venga chicos, subir al coche que llegamos tarde (antes de ser madre NUNCA llegaba tarde, por cierto)”
“Mamá, que ella es una chica”
¡Ahí me has “dao”!
Con todo lo anteriormente dicho, os invito a reflexionar sobre el siguiente punto: si nuestras niñas siempre escuchan la palabra ingenieros, arquitectos, informáticos, doctores, investigadores, bomberos y demás para referirse tanto a hombres como mujeres, se sentirán excluidas de ciertos mundos en su mente, aunque esa no sea en absoluto nuestra intención. De igual manera, los chicos recibirán una lección equivocada sobre la no importancia de incluir a las chicas, lo cual también es muy perjudicial a la larga. En conclusión: malo para ambos sexos.
Entonces, ¿qué puedo hacer para evitarlo?Aquí tienes algunas pautas que te ayudarán:
- Usa colectivos: alumnado en vez de alumnos, profesorado en vez de profesores.
- Usa abstractos: la infancia en vez de los niños, la dirección en vez de los directores.
- Evita la palabra hombre cuando te refieres a la especie humana, y cámbiala por la palabra persona.
- Si es necesario incorpora la forma femenina con la masculina, en el caso que consideres que ello provoca que el discurso se haga demasiado pesado por la constante repetición, ir variando no estaría mal; a veces masculino, a veces femenino.
Todavía hay muchas más cosas que podríamos mejorar en nuestro lenguaje para hacerlo menos excluyente, pero si somos capaces de llevar a cabo las cuatro anteriores, te aseguro que el avance será notorio.
Para concluir, tratemos de comunicar siempre de la manera más incluyente posible, para que no sea necesario que un peque de tres años tenga que darnos una lección de adulto.
Que no tenga que darte él una lección. Fotografía de Thomas Leuthard (CC BY 2.0)
Si quieres profundizar más en el tema puedes leer esta guía: Guía para el uso del lenguaje inclusivo.
4 Comentarios
Celebra con Ana
Hola Alba! Vengo de visita a descubrir tu estupendo e interesante Blog. Cuántas cosas vamos a aprender con tu ayuda!!!!. Y qué razón tienes con lo que nos cuentas en tu post de hoy…. tenemos tantas cosas que cambiar!!!!
Un besazo y encantada de conocerte 🙂
Ana
Alba Alonso
Hola Ana, la mayor parte de las cosas que comparto en mi blog, son muy sencillas y fáciles de llevar a cabo. No es que no queramos hacerlas, simplemente nadie se ha parado a darnos un toque de atención. Así que RealKiddys ha adoptado esta carencia como su misión!Y lo lograremos ya verás!
Un abrazo y gracias por comentar!
Krika
Mira que no me había parado yo a pensar en eso pero me parece una reflexión más que interesante, muchas gracias!
Alba Alonso
De eso se trata Realkiddys. De reflexionar sobre acciones cotidianas que realizamos sin darnos cuenta pero sí tienen una repercusión negativa a la larga.
Gracias por comentar Krika!