Cómo nos afecta el síndrome del impostor
¿Os ha pasado alguna vez el sentiros como un fraude? ¿como si estuvieseis engañando a la gente con vuestros logros? ¿como si no fueseis merecedoras de tanto éxito? ¿como si en cualquier momento alguien os fuese a desenmascarar y ver vuestra verdadera faceta de fracaso escondido? Tranquilas. No sois las únicas personas que se han sentido así en algún momento en sus vidas. Lo que os pasa es que estáis sufriendo el «síndrome del impostor».
Este síndrome fue descubierto por las psicólogas Pauline Clance y Suzanne Imes en el año 1978. En su investigación estas dos psicólogas nos cuentan cómo muchas mujeres, a pesar de haber obtenido grandes logros académicos y profesionales, creen que no son lo suficientemente inteligentes para ello. El síndrome del impostor les hace creer que han tenido que engañar a alguien para conseguir dichos éxitos, y que por lo tanto no son merecedoras de los mismos.
¿Por qué el síndrome del impostor es mucho más común en mujeres que en hombres?
Desde Realkiddys sabemos que los estereotipos de género que interiorizamos desde nuestra infancia tienen mucho que ver al respecto.
Otra de las respuestas obvias a esta pregunta es el diferente concepto que hombres y mujeres tenemos acerca del éxito y el fracaso. El psicólogo Deaux nos relata en su investigación Sex and the Attribution Process este tipo de diferencias. Según Deaux las mujeres solemos entender nuestros éxitos en términos de esfuerzo o suerte, pero rara como una habilidad innata. Sin embargo cuando fracasamos tendemos a acusarlo a nuestra falta de capacidad.
Por otro lado, los hombres parecen tener mayor autoestima que nosotras, y cuando triunfan lo consideran inherente a una característica estable, como puede ser una habilidad propia. Rara vez atribuyen sus éxitos a una causa temporal como la suerte o el esfuerzo. Sin embargo, cuando esos éxitos se convierten en fracasos ellos buscan, y encuentran, causas puntuales como la mala suerte. No será su falta de inteligencia la que tenga que ver en ello.
La antropóloga Margaret Mead dijo algo muy interesante al respecto y que resume perfectamente lo anteriormente analizado:
«El éxito en las mujeres no depende de su sexo. El fracaso en los hombres tampoco»
¿Cómo podemos superar el síndrome del impostor?
En el siguiente vídeo podréis ver el programa de televisión «ParaTodosLa2» donde una de nuestras coaches favoritas, Patricia Ramírez, os hablará del síndrome del impostor.
Estas son las cinco claves que Patricia propone para superar dicho síndrome.
- Una atribución correcta del éxito o del fracaso.
- Hablar el idioma de las personas preparadas. «Soy buena en esto» «Me lo merezco»
- Aceptar el error como una forma de aprendizaje.
- Compartir nuestros éxitos. Hablar de ellos con nuestro entorno.
- Rodearnos de personas que nos valoran de manera sincera.
El ejercicio que os proponemos hoy y que no solo os ayudará a superar este síndrome sino a mejorar vuestra autoestima y empoderamiento es el siguiente. Todas las mañanas, en el momento que os estáis arreglando delante del espejo, deciros un par de frases positivas:
«Yo soy buena madre»
«Yo soy buena profesora»
«Yo me merezco este trabajo tan bueno»
» Yo me merezco un mejor puesto en mi trabajo y voy a conseguirlo»
Este tipo de mini-terapia de autoayuda, si hecha de manera constante, funciona. Así que no dejéis de practicarla.
Porque vosotras y vosotros lo valéis!
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3 Comentarios
Anabel
Yo creo que los miedos y la inseguridad siempre están ahí, porqué aunque llegués muy alto, sabes que todo es efimero, lo puedes mantener o te puedes relajar… no sé mi punto de vista es esta, da igual el género o lo que seas, creo que nuestra mente nos mantiene siempre así en guardia.. me ha encantado el artículo, y creo que todos pasamos en algún momento de nuestras vidas por padecer esta angustia. Besos!
Alba Alonso
Muchísimas gracias Anabel. Yo también tuve que pensar y reflexionar sobre en qué momento había pasado por algo así. Cierto es que a las mujeres desde niñas lo de la autoestima nos cuesta (en general) mucho más que a ellos, y eso es por el tipo de educación que recibimos. Una educación que engloba a toda la sociedad, no solo a nuestros padres claro. Muchísimas gracias de nuevo por pasarte y comentar.
Un abrazo!
Inversor de Bolsillo
Hola Alba!
Gracias por tan buen artículo. Me he sentido totalmente identificado.
Lo cierto es que hace relativamente poco que me di cuenta que sufro el Síndrome del impostor.
Me di cuenta cuando quise cambiar de trabajo pero quedaba paralizado al pensar que no sería capaz porque no sabría realizar otras tareas. Como si mis logros se debieran a la suerte.
Hace poco escribí en mi blog sobre mi experiencia. La comparto por si fuese de interés.
https://inversordebolsillo.com/que-es-el-sindrome-del-impostor/